HABILIDADES SOCIALES EN LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

EDUCAR LAS EMOCIONES PARA DESARROLLAR LAS HABILIDADES SOCIALES EN LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS.

La educación emocional está íntimamente relacionada con la resolución de conflictos y esta educación comienza por nuestro ejemplo: ¿Cómo actuamos en clase ante un mal comportamiento?, ¿gritamos y nos alteramos o hablamos tranquilamente del problema expresando nuestras emociones?. Todo ello se va trabajando desde el nivel inicial analizando situaciones, palabras y emociones, expresando, sintiendo y alentando, nunca recriminando.

¿Pero porque surgen los conflictos?
Los niños se encuentran en pleno egocentrismo y no son conscientes de las repercusiones de sus actos. Las normas que se imponen en el aula son contrastadas y valoradas, en muchas ocasiones son aceptadas sin cuestionárselas simplemente porque vienen de una figura de autoridad para luego sentir la necesidad de esas normas y acabar interiorizándolas, haciéndolas suyas.

En el jardín aprendemos jugando, haciendo una clara distinción entre el juego y el trabajo. Sabemos que jugando les estamos motivando para aprender infinidad de conceptos, aprenden a pensar mejor, a resolver los pequeños conflictos que surgen día a día, a ser mejores personas, a respetar el turno de palabra, a escuchar a los demás, a dar opiniones, a brindar ayuda, a participar activamente en el planeamiento de actividades, etc. Por eso debemos educar por y para el conflicto, haciéndoles ver el por qué de sus actos y las consecuencias no deseadas que surgen de esos actos.

Puntos a tomarse en cuenta:
Educar las emociones comenzando en la escuela y contando con la colaboración familiar.
Desarrollar el control de los impulsos para una mejor expresión de los sentimientos y emociones.
Conseguir una integración en el grupo de iguales desarrollando las habilidades sociales necesarias para que esa integración se consiga en las mejores condiciones personales y sociales.
Martha Larrea