Ciencia y Ambiente

Desde que el niño nace vive rodeado de personas, objetos, animales, plantas que al mismo tiempo que lo van enriqueciendo le plantean interrogantes, que se evidencian a través de preguntas que, aún cuando no siempre buscan una respuesta, dan a la docente los elementos para organizar las actividades que tendrán en el sector de ciencias. Esa interrogante, el necesitar descubrirla, conocerla, tomar contacto con ella, el interés infantil que siempre debe ser respetado y que es el móvil de toda actividad constituye el más sólido fundamento para la existencia de este conjunto de actividades que abrirá ante el niño el camino del descubrimiento y de la experimentación científica. La formación científica del niño debe estar orientada principalmente al desarrollo de estructuras mentales(base de las futuras habilidades y actitudes científicas y a fomentar su espíritu de investigación,aprovechando su curiosidad innata y su tendencia al juego.)